La Educación Especial

La Educación Especial ha experimentado profundos cambios que la han llevado a avanzar desde posiciones segregadoras hasta actuales planteos que apuestan a propuestas relacionadas con la educación general.

El término Educación Especial se ha utilizado tradicionalmente para definir o designar a un tipo de Educación diferente a la común que transcurrió por un camino paralelo al de la educación general. La Educación Especial surge como un subsistema dentro de la educación, debido a la necesidad de dar respuesta a lo distinto, al alumno que sale de la norma.



La expresión más utilizada con anterioridad a la de Educación Especial fue la de Pedagogía Terapéutica, la que encierra en sí misma la idea de una "terapia educativa", connotando un carácter asistencial. Así ese modelo se ha centrado preferentemente en el sujeto como única causa de sus problemas cognitivos y de aprendizaje y todo ello apoyado médica y psicológicamente, pero nunca se buscaba una posible causa en el contexto (en el sistema). La medicina y la psicología se han situado y definido como disciplinas rehabilitadoras pero nunca educadoras. Este modelo de intervención es, por tanto, individualizado y el curriculum truncado hacia las incompetencias, incidiendo en lo que no puede, más que en las posibilidades de los alumnos.

Los modelos actuales pretenden, en primer lugar, tender puentes cognitivos entre el alumno y el currículum para que adquiera y desarrolle estrategias que les permitan resolver problemas de la vida cotidiana y que les prepare para disfrutar las posibilidades que le ofrezca la vida.

Como profesionales debemos hablar de educación y no de educación especial ya que esto nos permite situarnos en conocer el proceso de Enseñanza y Aprendizaje, porque si bien reconocemos que existen personas que por una u otra causa suelen presentar modos y ritmos diferentes de adquirir, organizar y responder a la información que les llega, lo que no podemos aceptar es que esto sea irreversible y no se puedan producir modificaciones.



Es importante considerar que no es pertinente hablar de una Educación General y una Educación Especial ya que la Educación es una y el debate debe centrarse en cómo dar respuesta a todos los alumnos desde su singularidad.

Las escuelas de educación especial (espacio físico), los profesionales de educación especial y por sobre todo la llamada Educación Especial deben convertirse en:

1. Centros de recursos y apoyos para las escuelas comunes, brindando orientaciones para realizar adaptaciones curriculares en todos sus componentes, para brindar a los alumnos la posibilidad de acceder al conocimiento desde su particularidad como sujeto de aprendizaje.
2. Unidad de sentido capaz de generar multiplicidad de proyectos de manera de dar respuestas diversificadas a las necesidades de los niños y jóvenes, generando para ello proyectos de integración educativa para todos aquellos alumnos que se benefician en el sistema común de enseñanza y brindando el apoyo necesario que las escuelas necesiten para hacer efectivas estas propuestas.
3. Generador de propuestas de trabajo para niños con trastornos severos de su desarrollo, buscando para ellos también alternativas de integración en distintos ámbitos comunitarios, utilizando los recursos y las propuestas de la sociedad.